viernes, 4 de abril de 2014

Aprendamos de nuestra naturaleza

LOS VOLCANES
  


Partes de un Volcán

Ningún volcán es idéntico a cualquier otro, ya que algunos apenas han erupcionado, mientras que otros mantienen una corriente constante de lava, como es el caso del volcán de Hawái. Sin embargo, las características generales de todo volcán son las siguientes:


Cono volcánico: formado por la misma presión del magma al ascender) tiene forma de cono y está formado por lavas y cenizas solidificadas.
Caldera: depresión causada por el hundimiento de la cámara magmática.
Cámara magmática: una bolsa que se encuentra en el interior de La Tierra formada por minerales y rocas en estado liquido por consecuencia de las altísimas temperaturas y presiones.
Cráter: boca de erupción del volcán.
Cráter parásito: segundas salidas de lava.
Magma: mezcla multifase de sólidos, líquidos y gas producidos por la fusión entre la base de la corteza terrestre y la parte superior del manto.
Lava: magma que asciende alcanzando la superficie.
Chimenea central: vía principal por la que el magma asciende.
Fumarola: son emisiones de gases de las lavas en los cráteres.
Solfataras: son emisiones de vapor de agua y ácido sulfhídrico.
Mofetas: son fumarolas frías que desprenden dióxido de carbono.
Géiseres: son pequeños volcanes de vapor de agua hirviendo.


La Erupción




En una erupción violenta de un volcán la lava está muy cargada de vapor y de otros gases, como dióxido de carbono, hidrógeno, monóxido de carbono y dióxido de azufre, que se escapan de la masa de lava con explosiones violentas y ascienden formando una nube turbia. Estas nubes descargan, muchas veces, lluvias copiosas. Porciones grandes y pequeñas de lava son expelidas hacia el exterior, y forman una fuente ardiente de gotas y fragmentos clasificados como bombas, brasas o cenizas, según sus tamaños y formas. Estos objetos o partículas se precipitan sobre las laderas externas del cono o sobre el interior del cráter, de donde vuelven a ser expulsadas una y otra vez. También pueden aparecer relámpagos en las nubes, en especial si están muy cargadas de partículas de polvo.

El magma asciende por la chimenea y fluye convertido en lava sobre el borde del cráter, o rezuma, como una masa pastosa, a través de fisuras en la ladera del cono. Esto puede señalar lo que ha sido llamado “crisis” o punto crucial de la erupción; después de la expulsión final de materia fragmentada, el volcán puede volver al estado de latencia.

La enorme cantidad de energía liberada durante una erupción explosiva se puede evaluar en función de la altura hasta la que se proyectan las rocas y las cenizas. Hay informes que señalan que las cenizas del Krakatoa, en Indonesia, fueron arrastradas hasta una altura de 27 km cuando el volcán hizo erupción en 1883. Las nubes de vapor y polvo así producidas pueden tener efectos atmosféricos y climáticos duraderos.

Por ejemplo, los científicos han intentado asociar las nubes de polvo que circundaron el globo emitidas durante la explosión, en 1982, del volcán mexicano Chichón, relativamente pequeño, con los extensos daños causados por la perturbación de la corriente de El Niño en 1982 y 1983.  Toda la cumbre de Papandayan, en Java, estalló durante la gran erupción de 1772, como hizo el monte Saint Helens en 1980. El cono del Vesubio ha sido alterado con frecuencia, y la explosión de Krakatoa destruyó la mayor parte de esta isla formada por el volcán.


Clasificación de los Volcanes y sus características


Los volcanes se pueden clasificar según el tipo de lava, de emplazamiento tectónico, tamaño, localización geográfica, actividad, morfología, número de erupciones… A este respecto, existe disparidad de opinión entre científicos, vulcanólogos, geólogos y organismos.
Según la Agencia Científica de Ciencias Naturales de Estados Unidos, la mayoría de los geólogos clasifican a los volcanes en cuatro tipos principales: los conos de ceniza, los volcanes compuestos o estrato-volcanes, los volcanes en escudo o domos basálticos y los domos de lava.
A continuación, se presentarán la clasificación de los volcanes en base a su morfología o tipo de estructura y por el tipo de actividad o de erupción que presentan. Ambos aspectos están relacionados al ambiente tectónico que les dio origen. Por otra parte, este tipo de clasificaciones no es exacto y un mismo volcán puede combinar diferentes estructuras, así como presentar cambios en la modalidad del tipo de erupción.


Clasificación de Volcanes por su Forma

Los geólogos han clasificado los volcanes en tres categorías morfológicas: volcanes en escudo, conos de cenizas y conos compuestos (también conocidos como estratovolcanes).

Volcanes en Escudo

Es un volcán de grandes dimensiones y está formado a partir de las capas de sucesivas de emisiones de lavas muy fluidas, con escasas manifestaciones piroclásticas, formando edificios cónicos de pendientes muy suaves (6-8º) que se denominan volcanes en escudo, caracterizados además por cráteres de gran diámetro ocupados por lagos de lava. Es un término similar al de caldera volcánica.


Los volcanes en escudo se forman por corrientes de lava de baja viscosidad –esto es, lava que fluye con facilidad-. Una montaña volcánica que tiene un perfil ancho –perfil cónico de base mucho mayor que su altura- se va formando en el tiempo a base de riadas de una lava basáltica relativamente fluida que proviene de fisuras –chimeneas- en la superficie del volcán. Muchos de los mayores volcanes de la tierra son de este tipo. El Mauna Loa es el volcán escudo más grande; está a 13 677 pies sobre el nivel del mar, lo cual significa que se alza a más de 28 000 pies sobre el nivel del profundo suelo oceánico, y sería la montaña más alta del mundo si gran parte de él no estuviese bajo el agua.
Famosos volcanes escudo incluyen al Mauna Loa, el Kilauea (dos de los volcanes más activos), y el Monte Olimpo, en Marte.
La viscosidad del magma depende de su temperatura y composición. El magma de los volcanes de las islas Hawái sale a 1.200 ºC, mientras que la mayoría de los volcanes continentales expulsan lava a 850 ºC, compuesta habitualmente por lava ácida. Por lo fluida que es la lava en los volcanes en escudo, no se dan grandes erupciones muy explosivas. Las explosiones más fuertes se dan cuando entra agua por alguna chimenea. También hay explosiones por expansión de gases, que pueden producir espectaculares proyecciones de lava de baja viscosidad.
Los lagos de lava son particularmente típicos en el volcanismo hawaiano, donde han sido muy estudiados en los últimos años. El lago formado en el cráter Alae en 1963 tenía 15 metros de potencia y tardó 11 meses en solidificarse y cinco años en enfriarse hasta la temperatura ambiente. Los lagos del Kilauea Iki (111 metros en 1959) y del Makaopuhi (83 metros en 1965) se encuentran todavía parcialmente fundidos.
En estos lagos de lava se han realizado unos 40 sondeos hasta profundidades de 30 metros, obteniéndose interesantes datos sobre las variaciones de viscosidad, fugacidad de oxígeno, conductividad térmica, grado de cristalinidad, etc. en relación con el enfriamiento y progresiva desgasificación, comprobándose, entre otros resultados, que las lavas cristalizan completamente a unos 980º C.
Los volcanes en escudo se dan a lo largo de los límites de las placas tectónicas o encima de puntos calientes. El Pico del Horno, en la Isla Reunión, es uno de los volcanes en escudo más activos del mundo, con una media de una erupción al año.

Conos de Cenizas


Un cono de cenizas es un mini volcán formado principalmente por piroclástos expulsados a partir de una sola chimenea. Tiene un tipo de lava semisólida, compuesta por cenizas y lava viscosa.

Normalmente producto de magma basáltico relativamente rico en gas, los conos de cenizas jóvenes tienen pendientes empinadas, con laderas de entre 30 y 40 grados.






Un ejemplo de cono de cenizas, en Nuevo Mexico.
Se forman donde las erupciones son de tipo explosivo con predominio de materiales piroclásticos. El crecimiento de un cono de ceniza comienza alrededor del cráter con un anillo circundante de detritos piroclásticos compuestos de ceniza, lapilli y materiales más gruesos. Esto se denomina anillo de toba, particularmente cuando está compuesto de materiales de tamaño fino. El material piroclástico tiene un gran ángulo de reposo, entre unos 30 y 40 grados. El ángulo de reposo es el ángulo más alto por el cual el material se mantiene estable. Los conos de ceniza raramente logran alturas superiores a los mil metros, suelen estar asociados a volcanes más grandes y a menudo se los encuentra en grupos. Un ejemplo de este tipo de volcanes es el anillo de toba de Koko Head, en la isla Oaku, Hawái.
Generalmente, los conos de cenizas son fruto de un único episodio eruptivo que a veces dura sólo unas pocas semanas y en raras ocasiones supera unos pocos años. Una vez para la erupción, el magma del tubo que conecta la cámara magmática y la chimenea se solidifica y el volcán no vuelve a entrar en erupción jamás.
El cono de cenizas más estudiado es el Paricutín, ubicado a unos 320 kilómetros al oeste de la Ciudad de México. El Paricutín surgió en 1943 en un campo de maíz. En pocas semanas el cono de cenizas emergió del suelo acompañado de explosiones y cenizas. En dos años alcanzó su altura final de unos 400 metros y está actualmente inactivo.

Conos compuestos o Estratovolcanes







Un estratovolcán es una gran estructura volcánica de apariencia casi simétrica compuesta por múltiples capas lava endurecida, depósitos piroclásticos y cenizas volcánicas emitidos a partir de una chimenea principal, esto mediante la alternancia de épocas de actividad explosiva, dándole así una forma cónica y una monumental altura.
Los conos compuestos se producen cuando fluyen lavas relativamente viscosas de composición andesítica. Un cono compuesto puede expulsar lava viscosa por largos períodos, pero en un determinado momento puede cambiar el estilo de erupción y lanzar materiales piroclásticos.
Estos volcanes están caracterizados por un perfil escarpado y erupciones periódicas y explosivas. La lava que fluye desde su interior es altamente viscosa y se enfría y endurece antes de que pueda llegar lejos. Cuando las erupciones de un volcán están acompañadas de gases calientes y cenizas se produce lo que se conoce como flujo piroclástico o nube ardiente. También conocida como avalancha incandescente, la nube ardiente se desplaza pendiente abajo a velocidades cercanas a los 200 km/h. La composición de estas nubes contiene gases calientes y partículas que flotan en ellos. De esta forma, las nubes transportan fragmentos de rocas que –gracias al rebote de los gases calientes en expansión– se depositan a lo largo de más de 100 km desde su punto de origen. La fuente de magma de estas montañas está clasificada como ácida o alta en sílice, con presencia de riolita, dacita y andesita. Muchos estratovolcanes exceden los 2.500 metros de altitud.
Los estratovolcanes son comunes en zonas de subducción, donde forman cadenas o “arcos” a lo largo de los límites de la placa tectónica, donde la corteza oceánica se desliza bajo la corteza continental (los Andes) o bajo otra plataforma oceánica (Islandia). La mayoría de estos volcanes se encuentran en una estrecha zona que rodea el Océano Pacífico, a la que se denomina Anillo o Cinturón de fuego. En esta zona se encuentran el Fujiyama (monte Fuji) de Japón, el Monte Mayón de Filipinas y los volcanes de la Cordillera del noroeste de los Estados Unidos, entre ellos los montes Saint Helens, Rainier y Shasta.
El magma que forma los estratovolcanes aparece cuando el agua atrapada tanto en minerales como en el basalto de la corteza oceánica superior, se libera sobre la roca de la capa de la Astenosfera sobre la losa oceánica que se hunde. La liberación de agua de los minerales se denomina “desecación”, y sucede bajo condiciones específicas de presión y temperatura en ciertos minerales cuando la placa subduce a mayor profundidad. El agua liberada de la capa inferior baja el punto de fusión de la roca sobrepuesta de la capa, la cual experimenta una fusión parcial y emerge debida a la menor densidad relativa respecto a las rocas circundantes, formando piscinas temporales en la base de la litosfera. El magma entonces emerge a través de la corteza, añadiendo minerales ricos en sílice a su composición. Cuando el magma se acerca a la superficie, forma una especie de laguna en una cámara magmática bajo el volcán. La relativamente baja presión del magma permite que el agua y los gases (como CO2, azufre y cloro) disueltos en la lava comiencen a reaccionar, semejando una botella de agua con gas al ser abierta, provocando pequeñas rupturas en el volcán y formando piroclástos a partir de sí mismo. Una vez que se acumula un volumen crítico de magma y gases, el obstáculo que supone el cono volcánico se supera, conduciendo a una repentina erupción volcánica explosiva.
Los conos compuestos producen algunas de las actividades volcánicas más violentas. El Vesubio es un claro ejemplo del poder de devastación de este tipo de volcanes. En efecto, el Vesubio erupcionó en el año 79 D.C. después de haber estado por varios siglos inactivo. El 24 de agosto, sin embargo, y durante tres días la ciudad de Pompeya (cerca de Nápoles) y más de 2, 000 de sus 20, 000 habitantes fueron enterrados bajo una capa de cenizas de 6 metros de espesor. 17 siglos después los restos de Pompeya fueron descubiertos brindando los aspectos de vida de los romanos.
En 1902 una nube ardiente de un pequeño volcán llamado Pelée en la isla caribeña de Martinica destruyó a la ciudad portuaria de San Pedro. La destrucción fue tan devastadora que murió casi toda la población (unos 28, 000 habitantes). A diferencia de Pompeya, que quedó enterrada en un manto de cenizas en un período de tres días y las casas quedaron intactas (salvo los techos por el peso de las cenizas), la ciudad de San Pedro fue destruida sólo en minutos y la energía liberada fue tal que los árboles fueron arrancados de raíz, las paredes de las casas desaparecieron y las monturas de los cañones se desintegraron. La erupción de Pelée muestra cuán distintos pueden ser dos volcanes del mismo tipo.

Clasificación de Volcanes por su tipo de Erupción


La temperatura, composición, viscosidad y elementos disueltos de los magmas son los factores fundamentales de los cuales depende el tipo de explosividad y la cantidad de productos volátiles que acompañan a la erupción volcánica.




Hawaiano


Se caracteriza por una abundante salida de magma bastante fluida, sin que tengan lugar desprendimientos gaseosos explosivos; estas lavas se desbordan cuando rebasan el cráter y se deslizan con facilidad por la ladera del volcán, formando grandes ríos, lagos de lava que pueden recorren grandes distancias. Los gases son liberados en forma tranquila. Las erupciones violentas son raras y los gases pueden impulsar fuentes de lava que llegan a alcanzar los 500 m. de altura


En este tipo de erupciones, la lava incandescente, derretida, sale al exterior a través de una fisura y alimenta los ríos de lava que bajan por la ladera del volcán. Por esta razón, los volcanes de tipo hawaiano son de pendiente suave. Algunas partículas de lava, al ser arrastradas por el viento, forman hilos cristalinos que los nativos llaman cabellos de la diosa Pelé (diosa del fuego). Son bastante comunes en todo el planeta.
Su actividad explosiva es relativamente rara, pero pueden formarse montículos de escoria alrededor de los conductos volcánicos de lava. Muchas veces, la lava sale por fisuras a los costados del cono volcánico, en lugar de derramarse por el cráter, como erupciones laterales. Las erupciones se producen de la siguiente manera: el magma formado en las capas superiores del manto asciende por canales hasta la superficie de la Tierra. Por lo general no sale de inmediato a la superficie, sino que se acumula en cámaras magnéticas. Luego a medida que aumenta la presión la lava, debido a sus propiedades físicas, comienza a derramarse lentamente. Este tipo de erupción es característico de los volcanes Mauna Loa y Kilauea en las islas Hawái. Estos volcanes son clásicos por su forma de escudo, con laderas con pendientes muy suaves.


Estromboliano








Este tipo de volcán recibe el nombre del Stromboli, volcán de las islas Lípari (mar Tirreno), al Norte de Sicilia (Italia). Se originan cuando hay alternancia de los materiales en erupción, formándose un cono estratificado en capas de lavas fluidas y materiales solidos.

Las erupciones Strombolianas se caracterizan por ser explosiones intermitentes de lava basáltica que salen despedidas de un solo cráter o viento y están separadas por periodos de calma de extensión variable. El proceso de cada explosión corresponde a la evolución de una burbuja de gases liberados por el propio magma.

Emite lava basáltica menos fluida que la del tipo hawaiano, en consecuencia se caracteriza por una actividad regular o constante de explosiones de lava pastosa con desprendimiento de gases abundantes y violentos, con proyecciones de escorias, bombas y lapilli. Porciones de lava, a menudo fundida, pueden ser lanzadas desde el cráter. Los ejemplos más significativos de erupciones de este tipo son los volcanes Stromboli en el mar Mediterráneo y Kiluchevski en Kamchatka.

Debido a que los gases pueden desprenderse con facilidad, no se producen pulverizaciones o cenizas. Cuando la lava rebosa por los bordes del cráter, desciende por sus laderas y barrancos, pero no alcanza tanta extensión como en las erupciones de tipo hawaiano.

Vulcaniano






Del nombre del volcán Vulcano en las islas Lípari. Se desprenden grandes cantidades de gases de un magma poco fluido, que se consolida con rapidez; por ello las explosiones son muy fuertes y pulverizan la lava, produciendo una gran nube de gases cargados de ceniza, arena y fragmentos de rocas que alcanzan varios kilómetros de altura.

La actividad suele comenzar con una erupción freática que descarga escombros. La fase principal suele constar de una erupción de magma viscoso, rico en gases volcánicos y que forma una nube escura. Cuando la lava sale al exterior se solidifica rápidamente, pero los gases que se desprenden rompen y resquebrajan su superficie, que por ello resulta áspera y muy irregular, formándose lavas de tipo Aa. Los conos de estos volcanes son de pendiente muy inclinada.

Este tipo de erupción está representado por el Vesubio, el Etna y el Vulcano, en la zona del Mediterráneo. Después de la explosión, que limpia la chimenea, una corriente de lava puede tener lugar, ya sea saliendo por el cráter principal, secundario o por una fisura lateral. Cuando la lava sale al exterior se consolida rápidamente, pero los gases que se desprenden rompen y resquebrajan su superficie, que por ello resulta áspera y muy irregular, formándose lavas cordadas. Ejemplo: Volcán de Fuego.

Vesubiano




El volcán que le da nombre a este grupo es el Vesubio (Nápoles).Difiere del vulcaniano en que la presión de los gases es muy fuerte y produce explosiones muy violentas. Forma nubes ardientes que, al enfriarse, producen precipitaciones de cenizas, que pueden llegar a sepultar ciudades, como ocurrió con Pompeya y Herculano, provocado por la colosal erupción del Monte Vesubio.





Se caracteriza por alternar erupciones de piroclástos con erupciones de coladas lávicas, dando lugar a una superposición en estratos que hace que este tipo de volcanes alcance grandes dimensiones. Otros volcanes de tipo vesubiano son el Teide, el Popocatépetl y el Fujiyama.

En sus erupciones, son arrastrados los materiales que taponaban la chimenea e impedían la salida al exterior de los gases, a la que sigue la emisión de magma incandescente. En ocasiones la erupción finaliza con la expulsión de grandes volúmenes de gases y vapores.

Pliniano






Son erupciones muy violentas que levantan columnas verticales de gases, piroclástos y fragmentos de roca a varias decenas de kilómetros de altura. Al igual que la erupción Vesubiana, toma su nombre de una de las erupciones del 


Volcán Vesubio, más explosiva que la primera gracias a la interacción con aguas freáticas, y en la cual la columna eruptiva supera la decena de km. en altura. A menudo son acompañadas por el colapso de la parte superior del edificio volcánico. Ejemplo de este tipo de erupción fue la del Volcán Santa María el 24 de octubre de 1902.

El nombre de Pliniano proviene de la erupción del Vesubio, Italia, ocurrida en el año 79 después de Cristo, y que fue descripta detalladamente por Plinio El Joven, quien comparó la forma de la columna eruptiva con los pinos de la campiña romana. La altura de la columna eruptiva, alcanzó entre 27 y 33 km, y se mantuvo durante 19 horas (Carey y Sigurdsson, 1987).

Las erupciones plinianas se destacan por la elevada cantidad de cenizas y piroclástos, las columnas de cenizas se caracterizan por semejarse a gigantescas coliflores que se elevan miles de metros desde el cráter. Algunos expertos toman en cuenta esta categoría como tipo de erupción más que como tipo de volcán.
Los volcanes de este tipo arrojan tal cantidad de cenizas y piroclástos, que pueden alterar el paisaje de forma significativa. Mientras que los flujos de piroclástos pueden rellenar valles, quebradas y altiplanos, las cenizas pueden sepultar vastas áreas lejanas al volcán y crear verdaderos desastres ambientales al oscurecer la luz del sol y enfriar extensas áreas.
Las erupciones subplinianas son similares a las plinianas, pero tienen una menor intensidad eruptiva. La columna eruptiva alcanza menor altura, menor a 20 km y están asociada a la formación de domos y oleadas piroclásticas. Representan un estilo intermedio entre el Pliniano y el vulcaniano. En ambos tipos eruptivos las rocas predominantes son las ignimbritas, los depósitos de caída y brechas.
Los volcanes asociados a este tipo de erupciones tienen las laderas entre 30 y 40°. Están constituidos por la superposición de flujos piroclásticos, depósitos de caída y lavas, por lo cual se denominan estratovolcanes.
Las erupciones plinianas y subplinianas son catastróficas y muy destructivas. Su peligrosidad se debe al carácter explosivo y al gran volumen de material arrojado a la atmósfera en unas pocas horas.

Peleano


De los volcanes de las Antillas es célebre la Montaña Pelada, ubicado en la isla Martinica, por su erupción de 1902, que destruyó su capital, Saint-Pierre.

Las erupciones de tipo Peleano, son lavas muy viscosas, casi sólidas, que unas veces forman domos o cúpulas, otras veces forman agujas o penachos, compuestos por lavas muy viscosas y ácidas, que se originan en el foco del volcán.

La lava es extremadamente viscosa y se consolida con gran rapidez, llegando a tapar por completo el cráter; la enorme presión de los gases, sin salida, provoca una enorme explosión que levanta este tapón que se eleva formando una gran aguja. . La erupción va acompañada de fuertes explosiones y la lava se abre paso a través de grietas laterales. Debido a su alta viscosidad la lava desciende por las laderas en aludes ígneos. Las explosiones violentas a menudo precedidas de fuertes temblores subterráneos son, pues, su característica. Así ocurrió el 8 de mayo de 1902, cuando las paredes del volcán cedieron a tan enorme empuje, abriéndose un conducto por el que salieron con extraordinaria fuerza los gases acumulados a elevada temperatura y que, mezclados con cenizas, formaron la nube ardiente que ocasionó 28.000 víctimas.

Los volcanes de este tipo son realmente peligrosos, expulsan gran cantidad de material piroclástico que de por sí es mortal debido a sus altas temperaturas y velocidades. Al contacto con glaciares o lagunas cratéricas estos forman mortales lahares que recorren las quebradas arrasando todo a su paso. Estos volcanes son fácilmente erosionables, debido a que el material piroclástico que arrojan no se consolida fácilmente y es arrastrado por posteriores lluvias, e incluso el viento transforma estos depósitos en arenales poco utilizables en agricultura. Un claro ejemplo es la Erupción del Monte Santa Helena, en Estados Unidos.

Maar


Los volcanes de tipo maar se encuentran en aguas someras, o presentan un lago en el interior del cráter, o en ocasiones forman atolones. Se forman debido al contacto del magma con depósitos acuíferos grandes los cuales se mezclan y crean erupciones consistentes en lodo a altas temperaturas, gases y nubes de vapor, frecuentemente estos volcanes emiten nubes de gases tóxicos que pueden ser mortales.



Consisten generalmente en volcanes de tipo escudo debido a su forma mas no en su forma de erupción, en otras ocasiones estos volcanes forman cráteres a nivel del suelo por donde emiten el lodo, el cual transita lentamente formando grandes charcos y terrenos pantanosos. Sucede que cuando el depósito acuífero se deseca el volcán migra su actividad a una más explosiva o una más efusiva formando un cono de escoria generalmente o un estrato volcán.
Sus explosiones son extraordinariamente violentas ya que a la energía propia del volcán se le suma la expansión del vapor de agua súbitamente calentado; son explosiones freáticas. Normalmente no presentan emisiones lávicas ni extrusiones de rocas.
Los casos de volcanes tipo maar son raros en todo el mundo, existen en África y Centroamérica, muchos de ellos están extinguidos y son rápidamente destruidos por erosión, por lo que detectarlos es difícil.

Erupciones submarinas





En el fondo oceánico se producen erupciones volcánicas cuyas lavas, si llegan a la superficie, pueden formar islas volcánicas. Las erupciones submarinas son más frecuentes que las de los volcanes que emiten en las tierras emergentes.


Éstas suelen ser de corta duración en la mayoría de los casos, debido al equilibrio isostático de las lavas al enfriarse, entrando en contacto con el agua, y por la erosión marina. Algunas islas actuales como las Cícladas(Grecia), tienen este origen.



Erupción Islándica o fisural

A pesar de que las erupciones volcánicas están relacionadas con estructuras en forma de cono, la mayor parte del material volcánico es extruido por fracturas en la corteza denominadas fisuras. Estas fisuras permiten la salida de lavas de baja viscosidad que recubren grandes áreas y se originan a lo largo de una dislocación de la corteza terrestre, que puede tener varios kilómetros.


Las lavas que fluyen a lo largo de la rotura son fluidas y recorren grandes extensiones formando amplias mesetas o traps, con un kilómetro o más de espesor y miles de kilómetros cuadrados de superficie. Ejemplos de vulcanismo fisural es la meseta del Deccan (India).

A lo largo de las dorsales oceánicas, donde la expansión del suelo oceánico es activa, las erupciones fisurales generan nuevo suelo oceánico. Islandia está ubicada encima de la dorsal centroatlántica y ha experimentado numerosas erupciones fisurales. Las erupciones fisurales más grandes de Islandia ocurrieron en 1783 y se denominaron erupciones de Laki. Laki es una fisura o volcán fisural de 25 km de largo que generó más de 20 chimeneas separadas que expulsaron corrientes de lava basáltica muy fluida. El volumen total de lava expulsada por las erupciones de Laki fue superior a los 12 km.

Para conocer mas sobre los volcanes de El Salvador y su actividad, haz clic en el siguiente enlace:






Material Volcánico


El material volcánico se forma de rocas intrusivas (en el interior) y extrusivas (en el exterior):

Las intrusivas comprenden: peridotita (Au, Ag, Pt, Ni yPb) y granito que posee Cuarzo (SiO2), Mica(SiAlx) y olivino (FeOx).

Las extrusivas comprenden: basalto, que tiene feldespato (KALSi3O4), plagioclasas (CaAl2SI2O8), piroxeno (Si-XOH) y magnetita Obsidiana: KAlSi3O4 y SiO2.

Los materiales volcánicos pueden formar una variedad compleja de formas menores del relieve: columnatas basálticas, conos de cenizas, calderas, pitones volcánicos, etc.


Flujos de Lava

Son lenguas coladas de lava que pueden ser emitidas desde un cráter superior, algún cráter secundario, desde una fisura en el suelo o sobre los flancos de un volcán impulsados por la gravedad; estos flujos se distribuyen sobre la superficie, según la topografía del terreno. En términos generales se producen en erupciones de explosividad baja o intermedia y el riesgo asociado a esa manifestación está directamente ligado a la temperatura y composición de lava, a las pendientes del terreno y a la distribución de población.

A la roca fundida (magma) que emerge o se derrama sobre la superficie de la tierra se le denomina lava y forma flujos de lava. Cuanto mayor sea el contenido de sílice, menor fluidez tendrá.







Las distintas temperaturas y composiciones de la lava pueden originar diversos tipos de flujos. Las palabras hawaianas “aa” y “pahoehoe” denotan dos de los flujos de lava más comúnmente observados alrededor de numerosos volcanes basálticos o andesítico – basálticos de todo el mundo. Estos flujos se caracterizan principalmente por las texturas de sus superficies.
Los flujos de lavas más viscosas, que generalmente se presentan como coladas de lava de bloques, aunque también pueden llegar a desplazarse como flujos continuos y avanzar sobre terrenos con pendientes fuertes. Estos se detienen cuando la pendiente del terreno es menor que aproximadamente el 15%. Sin embargo, los flujos de lava de bloques pueden fragmentarse y generar derrumbes o avalanchas de rocas incandescentes que al deshacerse pueden liberar cantidades considerables de su polvo piroclástico, como fue el caso de la actividad del Volcán de Fuego de Colima en Abril 16 y 18 de 1991.

Flujos Piroclásticos

El término “flujo piroclástico” se refiere en formas genérica a todo tipo de flujos compuestos por fragmentos incandescentes. Una mezcla de partículas sólidas o fundidas y gases a alta temperatura que pueden comportarse como líquido de gran movilidad y poder destructivo. A ciertos tipos de flujos piroclásticos se les denomina nuees ardentes (nubes ardientes). Estos flujos, comúnmente se clasifican por la naturaleza de su origen y las características de los depósitos que se forman cuando el material volcánico flotante en los gases calientes se precipita al suelo. El aspecto de los flujos piroclásticos activos (flujos activo es aquél que se produce durante una erupción, y flujo, sin calificativo, sólo se refiere al depósito) es por demás impresionante.
Es particularmente vívida la descripción que hace Plinio el Joven de la erupción del Vesubio en el año 79 D.C., mencionada anteriormente, “… Ominosa, detrás nuestro, nube de espeso humo se desparramaba sobre la tierra como una avalancha…”.
Los flujos piroclásticos son mezclas de gran densidad de fragmentos de roca seca y gases calientes que salen por una fumarola que erupcionó y se desplazan a gran velocidad. Pueden ser el resultado de una erupción explosiva de fragmentos de roca sólida o derretida o ambas y también ser la consecuencia de una erupción no explosiva de lava cuando se colapsa un domo de lava.

El poder destructivo de los flujos piroclásticos depende fundamentalmente de sus volúmenes y de sus alcances. El primer factor está controlado por el tipo de erupción que los produce y el segundo principalmente por la topografía del terreno. En términos generales, se pueden distinguir tres tipos de flujos de acuerdo al tipo de erupción que los produce (Wiirms y McBirney, 1979): Flujos relacionados con domos o con desmoronamientos de los frentes de lava; flujos producidos directamente en cráteres de cumbre y flujos descargados desde fisuras.
Entre los flujos piroclásticos relacionados con domos, se distinguen dos tipos que varían grandemente en su poder destructivo. Uno es el tipo Merapiano, en referencia al volcán Merapi de Java, que consiste en flujos o avalanchas de origen no explosivo, producido por gravedad, a partir de domos de cumbre en expansión, que los contiene y generan avalanchas de material caliente que se deslizan sobre los flancos del volcán hasta cerca de sus bases. Algunas avalanchas Merapianas se pueden producir también desde los frentes de flujos de lava de bloques que descienden sobre los flancos del volcán. Estos flujos pueden ser disparados por movimientos de los domos, por temblores que sacuden las estructuras o por algún otro factor externo.

Los Lahares



Los lahares son flujos que generalmente acompañan a una erupción volcánica; contienen fragmentos de roca volcánica, producto de la erosión de las pendientes de un volcán. Estos se mueven pendiente abajo y pueden incorporar suficiente agua, de tal manera que forman un flujo de lodo. Estos, pueden llevar escombros volcánicos fríos o calientes o ambos, dependiendo del origen del material fragmentario. Si en la mezcla agua-sedimento del lahar hay un 40-80 % por peso de sedimento entonces el flujo es turbulento, y si contiene más del 80 % por peso del sedimento, se comporta como un flujo de escombros. Cuando la proporción de fragmentos de roca se incrementa en un lahar (especialmente gravas y arcilla), entonces el flujo turbulento se convierte en laminar.

Un lahar puede generarse de varias maneras:

  • Por el busco drenaje de un lago cratérico, causado quizás por un erupción explosiva, o por el colapso de una pared del cráter.
  • Por la fusión de la nieve o hielo, causada por la caída de suficiente material volcánico a alta temperatura.
  • Por la entrada de un flujo piroclástico en un río y mezcla inmediata de éste con el agua.
  • Por movimiento de un flujo de lava sobre la cubierta de nieve o hielo en la parte cimera y flancos de un volcán.
  • Por avalanchas de escombros de roca saturada de agua originadas en el mismo volcán.
  • Por la caída torrencial de lluvias sobre los depósitos de material fragmentario no consolidado.

Los lahares, también pueden ser causados por la brusca liberación del agua almacenada en un glaciar sobre un volcán, y que puede deberse a una rápida fusión del hielo por condiciones meteorológicas o por una fuente de calor volcánico.

La forma y pendiente de los valles también afecta la longitud de estos. Un valle angosto con alguna pendiente permitirá que un cierto volumen de lahar se pueda mover a gran distancia, mientras que un valle amplio y de poca pendiente dará lugar a que el mismo se disperse lentamente y se detenga dentro de una distancia más corta.

Las velocidades de estos flujos están determinadas por las pendientes. Por la forma de los cauces. Por la relación sólidos-agua y de alguna manera por el volumen. Las velocidades más altas reportadas son aquellas alcanzadas sobe las pendientes de los volcanes. En el Monte Santa Helena por ejemplo, el lahar causado por la erupción del 18 de mayo de 1980 alcanzó, en sus flancos, una velocidad de más de 165 Km/hr; sin embargo, en las partes bajas del mismo, la velocidad promedio sobre distancias de varias decenas de Km fue de menos de 25 Km/hr.

Los lahares pueden dañar poblados, agricultura y todo tipo de estructura sobre los valles, sepultando carreteras, destruyendo puentes y casas e incluso bloqueando rutas de evacuación. También forman represas y lagos que al sobrecargarse, se rompen generando un peligro adicional.

Finalmente, les dejo un video que habla mas de este tema; espero les haya agradado y ayudado este artículo. Disfrútenlo:








De acuerdo a todo lo aprendido sobre el tema, responde las interrogantes que se presentan en el siguiente test:

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